Salto
de Vallas
Las
carreras
de vallas son
carreras de velocidad en la que los competidores deben superar una
serie de obstáculos. De modo que quien realiza este tipo de deporte
debe tener unas características físicas parecidas a la de los
velocistas, pero con una estatura mayor y las extremidades inferiores
un poco más largas para poder saltar las vallas sin problemas.
El
objetivo de esta prueba es, pues, poder superar
los obstáculos con la menor pérdida de velocidad,
lo que requiere un gran dominio de la técnica, sin tirar ninguna ni
salirse del carril correspondiente. La técnica se analiza desde
distintas fases de la carrera: la salida (las ocho primeras zancadas
que habitualmente tiene todo corredor), el ataque a la valla (el
último paso previo a saltar la valla hasta que el pie vuelve a tocar
el suelo), la pierna de ataque y la de impulso, la acción del tronco
y de los brazos, la acción entre valla y valla, y desde la última
valla hasta la llegada.
Las
pruebas de este tipo de carreras suelen ser de
100 y 110 metros en la velocidad corta y 400 metros en la velocidad
larga.